Con un inusitado apuro, la semana pasada, Marisa Badía, hasta ese entonces directora artística de Telefe,pegó un portazo y abandonó la emisora de las pelotitas, empresa que manejó durante un año y tras la partida de Claudio Villarruel. La industria televisiva jamás imaginó que la hermana de Juan Alberto iba a tomar tamaña decisión, mucho menos se comprendió el porqué dado que oficialmente no hubo un comunicado que justifique sus actos.
A pocas horas de cumplirse una semana de la movida gerencial más importante de la industria, La Vidriera Especial pudo armar el rompecabezas de una historia que encierra traiciones y tiene, además, un cariz político.
Según los datos recolectados por este medio, la decisión de mover del cargo a Badía fue tomada por Jorge Pérez Bello, CEO de la emisora, representante español del grupo Telefónica, aunque muchos lo conocieron como pareja de la conductora de Telefe Noticias, Cristina Pérez, hoy separados.
Aparentemente, Bello ya había cerrado hace algunas semanas con Tomás Yankelevich, al que muchos llaman figura decorativa porque se sabe que quien estará detrás de toda la movida del canal no es otro que su padre,Gustavo Yankelevich. De hecho, fue el propio Gustavo el que comenzó a tejer desde las sombras y a comunicarse con distintos productores independientes entre los que figuran el nombre de su ex pareja, Cris Morena.
El lunes 14, Pérez Bello le comunicó a Marisa la determinación de removerla de su cargo y le pidió que por favor haga una transición de tres meses con el menor de los Yankelevich, algo que por supuesto no aceptó bajo ningún punto. En ese mismo momento, Badía, furiosa, mantuvo una larga discusión con el pope de la emisora, pelea que terminó con tonos muy altos, según datos precisos.
El miércoles siguiente, el CEO del canal oficializa a Tomás en el cargo que dejó acéfalo, supuestamente, la ex productora de Susana Giménez. Sobre este punto cabe remarcar que si bien Badía podría quedarse junto a la diva, aún no redondeó esa idea ya que desea reunirse primero con la conductora, actualmente en Miami.
Lo que Badía captó de inmediato fue la traición de Bello, quien antes de desvincularla ya había armado el escenario para su sucesión, de ahí el porqué de la violenta reunión.
No obstante, las mismas fuentes confiables que detallaron los pormenores del cambio gerencial, añadieron que la movida dispuesta y ejecutada por Bello responde a la decisión de la empresa de que el canal se banque con lo que genera en Argentina. Es decir, Bello, en pocos meses, dejará Telefe y Telefónica quiere que el canal se sostenga con la plata que genera en nuestro país y no con los ingresos que vienen desde España.
Durante la gestión de Gustavo Yankelevich en el 90, Telefe recibía plata de menemismo, vía Constancio Vigil, ex dueño del Grupo Atlántida. ConVillarruel, la emisora se mantuvo por la plata que se invertía desde España. Ahora quieren que Gustavo Yankelevich, con su capacidad, logre aguantar las finanzas y lograr liderazgo con ingresos propios, al igual que lo hace El Trece desde hace algunos años.
De hecho, la empresa ibérica ya cerró con el actual Gobierno un acuerdo por las telefónicas y parte de dicho pacto fue entregarle los noticieros, algo que se respetó a rajatabla ya que todos los envíos de noticias evitan las informaciones referidas a la política. Cumplieron y por eso son recompensados. Con Yankelevich nuevamente a la cabeza, los gallegos creen que Telefe sobrevivirá al duro presente de una industria que supo ser un gran negocio pero que hoy ya no lo es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario